Puede que la pinta no sea muy sugerente, pero os aseguro que es realmente delicioso. Las fresas se convierten en una especie de mermelada que se deshace en la boca junto al crujiente de "migas" y frutos secos, irresistible en mi opinión. Además es fácil y rápido de hacer.
Precalentar el horno a 180º y engrasar un molde para horno.
Ingredientes para el relleno:
- 600 gr. fresas
- 60 gr. azúcar moreno
Ingredientes para el crumble:
- 100 gr. mantequilla fría
- 60 gr. azúcar moreno
- 60 gr. azúcar blanquilla
- 120 gr. harina
- 50 gr. frutos secos triturados (yo usé almendras y nueces de pecán)
- canela en polvo
Relleno: Lavamos y troceamos las fresas. Las dejamos macerar, al menos 30 minutos, con el azúcar.
Crumble: En un bol mezclamos la mantequilla cortada en dados con la harina utilizando LOS DEDOS, añadimos el azúcar y formamos unas "migas". En este caso, yo he añadido también frutos secos, que le da un punto crujiente muy bueno. Ponemos las fresas en el fondo del molde (escurrimos el jugo que han soltado) y cubrimos la fruta con las "migas". Le damos el toque final espolvoreando un poco de canela y al horno unos 40 minutos o hasta que se dore. Mejor si se come recién hecho, en cuanto se haya enfriado un poco.
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