¡Otro postre para el verano! Esta tarta es perfecta para combatir el calor de esta época del año. Fresca, ligera y con mucho sabor a fresas. Conviene hacerla con un día de antelación.
Necesitamos un molde desmontable de unos 20 cm.
- 150 gr. galletas digestivas
- 50 gr. mantequilla blanda
- 250 gr. queso crema
- 250 ml. nata para montar
- 140 gr. azúcar
- 6 láminas de gelatina
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 limón (el zumo)
- 450 gr. fresas
Crema: Ponemos en la batidora las fresas y las hacemos puré, reservamos. Batimos el queso y el azúcar, añadimos el zumo de limón y la vainilla. Montamos la nata. Preparamos la gelatina según las instrucciones del fabricante. Una vez que está lista añadimos las fresas, la crema de queso y finalmente la nata. Mezclamos bien y echamos la crema sobre la base de galleta. Metemos en la nevera y esperamos a que esté bien cuajada antes de desmoldar.
Nota: Como he dicho, conviene hacerla el día antes de comerla, ya que tarda bastante en cuajar. Yo la hice con poco tiempo y casi se me derrumba entera al desmoldarla, así que es importante respetar los tiempos.
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