En mi opinión, la mejor de las tartas de manzana y también la más complicada, aunque muchos se empeñan en decir que es muy fácil. Para mí, la Tatin es la tortilla de patata de las tartas, un plato sencillo, pero hay que cogerle el punto para que quede buena, si te sale bien a la primera, mi más sincera enhorabuena! Recomiendo hacerla varias horas antes de servirla y sin prisas.
Precalentamos el horno a 180º. Necesitamos un molde pyrex de unos 26 cm. de diámetro.
- 200 gr. harina
- 100 gr. mantequilla blanda
- 50 gr. azúcar
- un poco de agua
- 2'5 kl. manzanas
- 100 gr. azúcar
- 25 gr. mantequilla
Ingredientes para el caramelo:
- 150 gr. de azúcar
- jugo de las manzanas
Relleno: Ponemos la mantequilla en pedacitos en el fondo del molde. Sacamos el corazón de las manzanas, las partimos por la mitad y las pelamos. Colocamos de pie las manzanas en el molde bien apretadas, intentando que no queden huecos. Ponemos el molde a fuego flojo y añadimos un poquito de agua para que no se pegue. Tapamos las manzanas para que se vayan cociendo. Añadimos el azúcar por encima de las manzanas y seguimos cociéndolas hasta que estén bien tiernas. Con ayuda de una jeringa sacamos el jugo que ha salido de la cocción y reservamos.
Montaje: Con ayuda de un rodillo y harina estiramos la masa y cubrimos con ella las manzanas. Pinchamos con un tenedor. Horneamos unos 20 minutos hasta que veamos la masa ligeramente dorada. Sacamos del horno y le damos la vuelta en un plato con cuidado de no quemarnos.
Caramelo: En un cacillo ponemos el azúcar y lo cubrimos con el jugo de manzana. Ponemos a hervir hasta que se ponga de color dorado y en cuanto haya espesado un poco lo echamos por encima de las manzanas.
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