Angel food cake

Si nunca lo habéis probado, os sorprenderá lo esponjoso y ligero que es el angel food cake. Además, es un pastel muy versátil, ya que viene a ser un bizcocho de claras que se puede combinar de mil maneras, en este caso, yo lo hice con frambuesas. Otro punto a favor es que tiene cero grasas, aunque azúcar, si que tiene, tampoco os emocionéis pensando que no engorda nada…

Se supone que hay que utilizar un molde especial para hacerlo, sin muchos bordes y con “patas”, pero yo utilicé uno de bundt y me quedó perfecto. Lo que sí es importante, es NO engrasar el molde, debe ser un molde antiadherente en buen estado para que no se pegue y debe tener forma de rosca, es decir, con un agujero en medio.

Precalentamos el horno a 175º y necesitaremos un molde de 24 cm. de diámetro.

Ingredientes para el angel food cake:

• 12 claras de huevo a temperatura ambiente
• 270 gr. azúcar molido
• 150 gr. harina cernida
• 8 gr. crémor tártaro (yo no encontré y usé el sobre de ácido tartárico que hay en los paquetes de gasificante)
• 2 cucharaditas de esencia de vainilla
• una pizca de sal
• 150 gr. de frambuesas (opcional)
• azúcar glas (opcional)

Angel food cake: Empezamos batiendo las claras con la sal y el crémor tártaro. Cuando ya veamos que tienen cierta consistencia, añadimos poco a poco el azúcar hasta montar las claras a punto de nieve y por último, añadimos la vainilla. Una vez que las claras están firmes, vamos a añadir la harina en varias veces (al menos 3 o 4) y mezclamos delicadamente con una espátula. Cuando esté perfectamente integrada, volcamos la crema en el molde. En este caso, al añadir las frambuesas, hay que poner un poco de crema en el molde y unas cuantas frambuesas, repetimos esta acción hasta llenar el molde. Se mete en el horno durante 40-50 minutos, hasta que lo pinchemos y salga limpia la aguja. Dejar enfriar sin desmoldar boca abajo. Si no usáis el molde con patas, ponedlo sobre una rejilla en alto, para que circule el aire. Una vez que está completamente frío, ya se puede desmoldar con ayuda de un cuchillo de plástico o algo fino que no ralle el molde.

Yo lo decoré primero con un poco de azúcar glas y luego se me ocurrió hacer un glaseado con el jugo que habían soltado las frambuesas y azúcar glas, quedó muy bien, pero se me olvidó meterlo a la nevera un rato para que se endureciese el glaseado y se escurrió bastante, así que no quedó tan bonito como yo esperaba, pero eso sí, estaba riquísimo.